
Derechos y deberes de la infancia
¿Sabes qué día es hoy? El Día de los Derechos de la Infancia. Este año se celebra el 30 aniversario de la firma de la Convención de los Derechos de la Infancia. Y en nuestro Atrapacuentos te queremos mostrar el álbum ilustrado que desde Beascoa han editado para conmemorar esta fecha.
Treinta años de esa Convención y 60 años de la proclamación de esa Declaración en 1959. Además, ¿sabes quién lo ha escrito? Nada más y nada menos que César Bona. ¿Lo conoces?
César Bona, participación y compromiso con la educación
> César Bona nació en Ainzón (Zaragoza) en 1972. Es uno de los 50 mejores maestros del mundo según el Global Teacher Prize de 2014, el llamado Premio Nobel de los profesores.
César ha escrito varios libros: La emoción de aprender (2018), Las escuelas que cambian el mundo (2016) y La nueva educación (2015). Tengo este último título. Aunque hace mucho que lo leí me quedo con algunas ideas tras su lectura. Por ejemplo cómo hace la educación tan fácil, y cómo aprovecha el interés de los niños y las
niñas por algo, para tirar del hilo y que aprendan siendo parte activa de su proceso. También recuerdo su sencillez, humildad y cómo fomentaba la participación entre sus alumnos. Ah, también me llamó la atención por su facilidad para hacer cosas nuevas, o hacerlas de otro modo.
Las claves de la educación para César Bona son: la empatía, la escucha, su capacidad para conectar con los alumnos y detectar lo que les falta y lo que puede motivarlos, el respeto a las diferencias, la participación de niños y niñas en la sociedad, y la educación para la convivencia. César Bona considera esencial el compromiso social y con la naturaleza como parte de la educación integral del ser humano.
«Las palabras “derechos” y “deberes” muchas veces no se entienden muy bien cuando uno es un niño. Para acercarlas a la infancia, conversé con muchos niños y niñas de diferentes edades y países que me dieron pistas sobre cómo entender “derecho” y “deber”. Participación, educación, salud, un planeta sostenible, respeto a las diferencias… son esenciales y requieren que cada derecho lleve asociado, por lo menos un deber»
> Joan Turu es el ilustrador de este álbum. Él nació en 1984 y desde pequeño se dio cuenta de que no le gustaba mucho el mundo al que había llegado. Así que con su lápiz y sus colores pensó que quizá podría cambiar algunas cosas… Y en ello está.
Tres fechas con historia
1924 | La Declaración de Ginebra sobre los Derechos del Niño fue el primer texto histórico que reconocía los derechos de la infancia.
1959 | Los 78 miembros que componían entonces la Organización de las Naciones Unidas (ONU) firmaron la Declaración de los Derechos del Niño un 20 de noviembre.
1989 | Al no ser obligatoria esa Declaración, muchos países la incumplían, por lo que en este año se llevó a cabo la Convención de los Derechos del Niño.
Estas cifras necesitan arreglo
Nada más comenzar el libro, César nos recuerda algunos datos extraídos de Unicef sobre la situación actual de la infancia en el mundo. No puede ser que palabras como esclavitud, desnutrición, violencia, conflictos armados… estén seguidas del término infantil. Entonces, algo no va bien en este planeta. ¿No te parece?
– 230 millones de niños y niñas viven en países o territorios afectados por conflictos armados.
– Cada año, alrededor de 1000 millones de niños y niñas son víctimas de violencia.
– 58 millones de niñas y niños de hasta 11 años y 63 millones de entre 12 y 14 años están fuera de la escuela.
– Casi la mitad de todas las muertes de niños y niñas menores de 5 años se producen como consecuencia de la desnutrición.
– La esclavitud infantil, en cualquiera de sus formas, afecta a 180 millones de niños y niñas en el mundo.
– Entre las personas inmigrantes hay casi 20 millones de refugiados, de los cuales la mitad son niños y niñas que han sido desplazados a la fuerza de sus países.
Nos encanta por…
– César Bona ha enfocado este librode una manera diverida. Verás cada derecho fundamental de los niñas y las niñas de una manera renovada. Al inicio nos presenta a Cenwëtawon, un personaje que nos irá hablando a lo largo de todo el libro: te pregunta cómo te llamas (incluso deja un espacio en la página para poner tu nombre), invita al niño o niña a que se dibuje…
– Ilustraciones llenas de color y expresión. Fíjate en los gestos de cada pesonaje que ha dibujado Joan. Todas expresan y comunican algo.
– Invita a la reflexión, a la participación y a la acción. Nos toca mover ficha. Me gusta que César hable del papel activo que tienen niños y las niñas. Nos plantea la pregunta ¿qué podemos hacer cada uno de nosotros para que se cumplan los derechos de niños y niñas? En esa participación, Cenwëtawon pregunta a lectores y lectoras sobre qué les gustaría opinar… Y te deja un espacio con líneas para que lo escribas.
– Acerca los derechos y los deberes a los niños y niñas, explicados en un lenguaje accesible, claro y sencillo.
– Hace entender a niños y niñas que estos derechos que disfrutamos aquí, no son iguales en todas partes del mundo. Primero darse cuenta de ello, y después valorar lo que tenemos por haber vivido aquí. Otros niños y niñas de las mismas edades no tienen la misma suerte.
– Invita a la crítica. En un momento Cenwëtawon nos habla de las nacionalidades y las fronteras y nos dice «En algunos mapas se ven los países y entre ellos hay líneas, pero son muy finas y se pueden saltar. Aunque algunos ponen muros para que la gente no pase. Eso no lo entenderé nunca». Ni yo.
– Define de una manera muy sencilla qué es un deber, y no los del cole, como dice César sino que «los deberes son lo que tenemos que hacer cada uno de nosotros para que todos, niños y niñas, aunque no los conozcamos, estén bien».
– Aporta conocimiento. Te habla de países, naciones, continentes,… y fomenta la curiosidad.
– Apela al sentido común y la humanidad. Por ejemplo, en el caso de los refugiados. Lo más natural es que si tienes que abandonar tu país por una guerra, busques un país bonito para vivir. Y si te encuentras con alguna persona refugiada, no tienes la obligación de cuidarlo o hacer que se sienta bien, pero si lo haces tendrás un amigo para siempre. ¿Te imaginas que fueras refugiado o refugiada? ¿Cómo te gustaría que te trataran?
– Fomenta la igualdad entre niños y niñas con un deseo: que las diferencias entre unos y otras nunca se conviertan en desigualdad.
– Fomenta un estilo de vida saludable: comida, horas de sueño, deporte y el respeto por el medio que nos rodea.
– Habla con sencillez de las distintas capacidades, eso que hace que cada niño y cada niña pueda hacer cosas diferentes.
– Anima a defender que estos derechos se cumplan y a dar un paso cuando veas que no es así y da un papel importante a los niños y las niñas, a su participación. Ellos son los protagonsitas de un cambio en el que cual nosotros debemos ser los primeros en creer.
Algunos de los derechos y deberes que aparecen en el libro:
Derecho a un nombre.
Derecho a una nacionalidad. Deber de respetar a los niños y niñas de otros países como nos gustaría que hicieran con nosotros.
Derecho a opinar y participar. Deber de respetar las opiniones que tienen otras personas.
Derecho al juego. Deber de cumplir las reglas del juego.
Derecho a cuidados especiales. Deber de respetar a un niño o niña con distintas capacidades y pensar qué podemos hacer para que esté a gusto.
Derecho a la salud. Deber de cuidarnos.
Derecho a la educación. Deber de escuchar, ayudar, portarse bien… en la escuela.
Derecho a vivir en un planeta sano. Deber de cuidar nuestro entorno.
[…]Pero hay más… completa tú la lista.
«¡Si ves que a un niño o una niña no le tratan igual de bien que a ti,
hay que dar un paso y defenderlo!
SOMOS LOS DEFENSORES DE LOS DERECHOS de otros niños y niñas,
¡no lo olvides nunca!»
¿Qué te ha parecido? Estoy encantada de recibir tu opinión